martes, 7 de octubre de 2008

A, de Atracción_

Física. Instantánea o no.
De repente, un flash.
Soy hetero. Me gustan ellos.
A veces, su culo. A veces, su boca, sus ojos, el pelo, el color de la piel, su sonrisa, la estatura, la proporción, uñas limpias, por favor. Vamos, lo que a todas.
Pero más allá de la fisonomía, el físico… existen todas aquellas cosas que no pueden explicarse con demasiada exactitud. De repente, una palabra adecuada en el momento adecuado. Las ideas claras y la inseguridad al mismo tiempo. Unas manos pulidas que no te tocan demasiado pero te rozan “inesperadamente”. Los gestos. La inteligencia de una conversación fuera de los cánones.
Aprender. Aprendo y eso de él me atrae. Si me enseña cosas cada vez que le veo, es un libro abierto que me nutre de viva voz.
Ternura y un punto justo de dureza, pero lejana al pasotismo. Qué le voy a hacer, soy de detalles. Más lo sufro yo.
Lo sorprendente, lo que se sale del guión. La frase que me rompe porque me hace reactivar mis neuronas. De acuerdo o no, me encanta ese punto de novedad que destroza mis esquemas.
La personalidad fuerte, no demasiado voluble. La seguridad, no confundida con el ego subido.
La ternura. Fuera las vergüenzas. No le teme a la emoción. Ser hombre no significa ser de piedra.
Con capacidad para comunicarse. No a las mesitas de noche que ni sienten ni padecen y todo les da igual. Hablando se entiende la gente. Sin ser exageradamente hablador, siempre a punto para charlar. Abierto a la discusión, sin tabúes.
Allí estuvo una vez, uno de ellos, en una fiesta, poniendo y recogiendo la mesa, atento a sus amigos, lanzándome una mirada y una sonrisa de lejos que decía “estoy contigo aunque no lo estoy físicamente y tengo mucha gente que atender”. Es independiente, tiene una vida, pero siempre guarda un espacio para conocerme e invertir tiempo en mí.
Dosificando silencios que dicen más que mil palabras.
Con iniciativa para planear, para decidir.
No le da miedo soñar despierto y mostrar, al mismo tiempo, una visión realista de la vida (el último no dejaba de repasar las tragedias el mundo y recordarme constantemente lo mal que está todo).
Y lejano al protagonismo en la cena de turno, escucha más que habla y habla de lo que sabe, sin obsequiarnos con clases magistrales y sentencias.
Entonces... me atrae...
Continuará…

5 comentarios:

amelche dijo...

Creo que a mí también me gustan los hombres así pero, ¿existen? ¿Dónde están? ¿A qué esperan?

Pam dijo...

No existen. Yo, al género masculino lo clasifico entre: los de dos neuronas y que le beben y maricones.

Pam dijo...

Perdona el tono, pero es mi visión a 8 de octubre de 2008. ¿Quién sabe mañana?

amelche dijo...

Ya decía yo que no existían... Si no, ya habría encontrado a alguno, digo yo.

Umma1 dijo...

Existen, pero duran poco, destiñen.